Una Perspectiva Histórica en la Carta de la OEA
Infografía y texto por: Ernesto Rey Cantor
El origen de la democracia moderna, el sufragio universal y la internacionalización de los derechos políticos.
América Latina antes y después de las Guerras Mundiales: de dictaduras a democracias.
El rol de la OEA en la promoción de la democracia representativa y los sistemas electorales en las Américas.
Análisis de los principios, propósitos y el lugar de la democracia en el tratado fundacional.
El "Protocolo de Cartagena de Indias" y su papel clave en la reforma de la Carta de la OEA.
El derecho de los pueblos a la democracia y la consagración de la participación ciudadana.
Síntesis final sobre la democracia como obligación internacional y valor universal en las Américas.
Como conquistas políticas de los pueblos occidentales, a inicios del siglo XX se establecieron el sufragio universal, los partidos políticos, y se reconocieron los derechos políticos, avances que hicieron posible el tránsito a la democracia y por consiguiente se configuraron las Constituciones democráticas que recepcionaron la calificación del Estado como Estado democrático, configurando el Estado democrático de derecho en varias Constituciones.
Con el nacimiento del Derecho Internacional de los Derechos Humanos (Carta de las Naciones Unidas (1945) y Declaración Universal de Derechos Humanos, (1948)), los derechos constitucionales fundamentales, entre otros, los derechos políticos se internacionalizaron bajo la denominación de derechos humanos.
Se aclara que en la Carta de la ONU no se hace mención a la democracia, debido al dualismo ideológico-político (liberalismo: E.U./marxismo-leninismo: URSS), en la que concurrieron una pluralidad de regímenes políticos en el escenario y contexto de la guerra fría.
“(...) la salud de las democracias, cualesquiera que sean su tipo y grado, depende de un mísero detalle técnico: el procedimiento electoral. Todos lo demás es secundario (...) sin el apoyo de auténtico sufragio las instituciones democráticas están en el aire”.
- José Ortega y Gasset
Es el tratado fundacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Fue firmada en San Francisco el 26 de junio de 1945. Sus objetivos principales son mantener la paz y la seguridad internacionales, fomentar relaciones de amistad entre las naciones, promover el progreso social, mejorar el nivel de vida y promover los derechos humanos. Es la primera vez que en un tratado internacional se mencionan las palabras "derechos humanos".
Adoptada por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948, es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos. Proclama los derechos inalienables que corresponden a toda persona como ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
(1883-1955) Fue un filósofo y ensayista español, exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital e histórica, situado en el movimiento del novecentismo. Su obra más famosa, "La rebelión de las masas", es un influyente análisis de la sociedad moderna y el ascenso del "hombre-masa". Sus escritos abarcaron una amplia gama de temas, desde la metafísica hasta la teoría social y la estética.
En el período de entreguerras (1919-1938), América Latina y el Caribe estaban marcados por gobiernos militares y autoritarios. Finalizando la década de 1940, las dictaduras superaban en número a los gobiernos democráticos. El año clave es 1959, con la revolución socialista de Fidel Castro en Cuba, que estableció el primer Estado socialista del hemisferio, alineado con la URSS.
Se destacan dos antecedentes clave:
(1926-2016) Fue un revolucionario y político cubano que lideró la Revolución Cubana contra el dictador Fulgencio Batista. Gobernó Cuba como Primer Ministro de 1959 a 1976 y luego como Presidente de 1976 a 2008. Su gobierno transformó a Cuba en un estado socialista de partido único, alineándose con la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Es una de las figuras más controvertidas del siglo XX.
Realizada en México, la "Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y la Paz" fue crucial para la reorganización del Sistema Interamericano. Se firmó el Acta de Chapultepec, donde los Estados asistentes manifestaron la necesidad de crear una Organización de Estados Americanos (OEA).
En esta conferencia se solicitó la redacción de un "anteproyecto de Declaración de los Derechos y Deberes Internacionales del Hombre" y se proclamó la necesidad de que los Estados incorporaran en sus legislaciones las normas esenciales del Derecho Internacional.
Aprobado en la Conferencia de Río de Janeiro (1947), este tratado, también conocido como el "Tratado de Río", estableció un pacto de defensa mutua. Su preámbulo ligó la obligación de ayuda mutua a los ideales democráticos de las Repúblicas Americanas y afirmó que la paz se funda en la protección internacional de los derechos humanos y en la efectividad de la democracia.
América inauguró el sistema de la Constitución escrita, elevó a sistema normal la República nacida de elecciones y rechazó las Presidencias vitalicias. La Constitución de los Estados Unidos (1787) es el ejemplo más antiguo y estable.
“(...) es en Norteamérica [dónde] la forma de gobierno se funda sobre el principio de la soberanía del pueblo (...)”.
- Alexis de Tocqueville
La creación de la OEA en 1948 coincidió con la formación del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), un proceso lento pero progresivo hacia la configuración del Estado democrático de derecho en la región.
(1805-1859) Fue un pensador, jurista, político e historiador francés. Es mejor conocido por su obra "La democracia en América" (1835-1840), un estudio pionero sobre la sociedad y la política de los Estados Unidos. En ella, analizó las fortalezas y debilidades de la democracia estadounidense, advirtiendo sobre la "tiranía de la mayoría" y el individualismo. Su trabajo sigue siendo una referencia fundamental en la ciencia política y la sociología.
La OEA se creó en la Novena Conferencia Americana en Bogotá (1948), en un contexto de Guerra Fría y estrategia anticomunista. La Carta es el tratado constitutivo que establece los fines de la organización: paz, justicia, solidaridad y defensa de la soberanía.
El Preámbulo original menciona la consolidación de un régimen de libertad y justicia "dentro del marco de las instituciones democráticas".
Inicialmente, la Carta de 1948 no incluyó la promoción de la democracia como un "propósito esencial". Esto sería añadido más tarde.
El Artículo 5 (hoy Art. 3) sí estableció un principio clave: "La solidaridad de los Estados americanos (...) requieren la organización política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia representativa".
Aprobada en la Quinta Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, esta declaración fue un documento de gran importancia conceptual. Enumeró por primera vez los elementos de la democracia representativa, entre ellos:
En esta misma reunión se creó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como entidad autónoma.
Tuvieron que pasar 37 años desde la fundación de la OEA para que la democracia representativa se consolidara en la Carta. El 5 de diciembre de 1985, en Cartagena (Colombia), se suscribió el Protocolo de Cartagena de Indias, que modificó el texto original.
Este cambio ocurrió en un contexto donde la mayoría de las dictaduras militares en América Latina ya habían desaparecido y la región experimentaba una rápida transformación hacia gobiernos democráticamente elegidos.
Durante los años 80, la región experimentó una rápida transición a la democracia. El fin de la Guerra Fría (simbolizado por la caída del Muro de Berlín en 1989) permitió a la OEA replantear su agenda, poniendo la defensa de la democracia como tema central.
En este período ingresaron a la OEA nuevos miembros como Canadá, Belice y Guyana. Sin embargo, también hubo crisis que pusieron a prueba el compromiso democrático:
Estas crisis impulsaron la necesidad de un instrumento más robusto para la defensa de la democracia, lo que llevaría a la Carta Democrática Interamericana.
Aprobada por resolución de la Asamblea General de la OEA en Lima, el 11 de septiembre de 2001. No es un tratado, pero es un instrumento político fundamental que precisa las disposiciones de la Carta de la OEA sobre la preservación de la democracia.
“Los pueblos de América Latina tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas”.
“La participación de la ciudadanía en las decisiones relativas a su propio desarrollo es un derecho y una responsabilidad. Es también una condición necesaria para el pleno y efectivo ejercicio de la democracia. Promover y fomentar diversas formas de participación fortalece la democracia”.
Por primera vez, todos los países americanos sentados en la mesa eran democracias representativas (excepto Cuba, que no participaba activamente).